Texto: SILVIA RUIZ DE LA PRADA
Según datos del Instituto Nacional de Estadística en el año 2012 fueron 193.217 jóvenes, entre 19-35 años, los que abandonaron España en busca de empleo o de un aprendizaje personal, cultural y lingüístico. Factores de los que a día de hoy España carece o son considerados una odisea encontrar. El paro juvenil registra cifras desoladoras con un 57,4 % de desempleo juvenil según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicados en octubre de 2013.
Ante estas cifras muchos jóvenes hacen las maletas y se marchan al extranjero. Algunos lo hacen sin trabajo, dinero, ni piso en el país destino. Algunas veces sale bien y otras no tan bien y han de regresar a España. Luego, existe otro grupo de jóvenes que se marchan con un respaldo que les da seguridad, garantías y un gran aprendizaje de la lengua del país destino: irse de au pair está cada vez más de moda. El término au pair, de origen francés que literalmente significa “a la par”, aunque internacionalmente no se traduce a ningún idioma, surgió a través del Tratado Europeo la “Colocación de Aupair” firmado y ratificado en Estrasburgo el 24 del noviembre de 1969 por Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Noruega y Suiza. Años posteriores, concretamente en 1988, España se adhirió a este Tratado.